Cuando he ido a bodas siempre he echado en falta muchas cosas que, o bien no me cabían en el bolso, o no se me ocurría que me podían hacer falta hasta que llegaba el fatídico momento. Así que en mi boda no quería que esto le pasara a nadie y decidí poner un kit de supervivencia DIY aprovechando los espaciosos tocadores que había en los servicios.